A mi mente hoy vienen los recuerdos,
ante el paso imparable del reloj,
bajo la noche solitaria y silente,
cabe pensar en esta historia para dos.
Con lo puesto me encontró el corazón,
contra todo pronóstico, advirtieron:
de una estrella fugaz es vuestro amor,
desde aquel verano, tantos inviernos...
En tu presencia voy tomando el tiempo,
entre sorbos, por si pasa despacio,
hacia tí voy sin saber ya lo que hago,
hasta donde no alcanzan los abrazos.
Para tí, mi amor, son mis silencios,
por mi mano que te habla, cual mi boca,
según voy escribiéndote estos versos.
Sin verte, zozobra algo entre mis huesos,
so pretexto de estar siempre cerca,
sobre mi alma está tu nombre hecho a fuego,
tras tu amor, mi amor siempre sediento.
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