Sonrisa tan inocente
y más hermosa que un ángel
en el más hermoso amanecer,
sus ojos resaltando la alegría de la vida;
porque no piensa más que lo más bonito del día;
diciendo tantas palabras aprendidas
o unas pocas, muy sencillas, como un simple te quiero…
Que es suficiente, para quererla toda la vida.
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