miércoles, 11 de septiembre de 2013

MÁS POEMAS ERÓTICOS ¡ ME QUEDE QUIETA , Y ME DI LA VUELTA ...TU SEXO EN ERECCIÓN !


 Cuando me acerque a ti , sostuviste mi mirada.
Ojos oscuros , de oscura pestañas , ...Tu veías un mosaico de colores en los mios.
Me di la vuelta , y tu seguiste mis pasos sin tocarme, a la distancia justa para observar el movimiento de mis nalgas, mientras caminaba por el pasillo hacia tu habitación.
Entramos y cerraste la puerta.
Me quede quieta , y me di la vuelta ...


Tu sexo en erección... Yo húmeda.
Te acercaste a mi , tus ojos eran limpios, encendidos de deseo .
Me quede rígida por miedo a temblar, casi jadeando al primer contacto de tus manos frías en mi piel caliente.
Tus dedos trazaron la linea de mi boca , acariciaron mi mejilla.
- Tu piel es suave como el terciopelo .- me dices con voz ronca .
... Una voz echa para los susurros.

Tus manos descansaron un momento en mi garganta, luego se movieron hacia abajo.
Tus dedos expertos , desabrochaban, abrían mi armadura , deslizando cuero metal sobre mis hombros. Mis pechos anidaban en tus manos, los pezones en el centro de tus palmas.
Tus dedos los endurecieron, pellizcando las yemas hasta convertirlos en afilados puntos de placer.Esta vez jadee pro fundamente...
Tus manos se deslizaron por mi pecho , mi vientre...mis caderas , arrastrando la ropa en su camino. 

Poco a poco tus manos subieron de nuevo por mis piernas , acariciando pantorrillas y muslos.
Frotaste la mejilla en el triángulo de vello , luego presionaste el pubis.
Tu cabeza penetró, una boca húmeda buscando los rojos labios , tus labios besando los dulces pliegues de piel.
Un torrente de placer me anegó.
Las piernas se me doblaron , y me encontré arrodillada ante ti , ...tus ojos muy abiertos, como atónitos.
Entonces sonreíste y cogiste mi rostro entre tus manos .

Sentía mi cabeza como una copa que te llevaras a los labios.
Cerraste los ojos al besarme, dando un largo trago.... Tu lengua fría llevó a mi boca el sabor de mi propio sexo.
Ebria de placer te dejé presionar mi cuerpo contra el suelo , y te dejé Montarme...
La piernas muy abiertas para recibirte, el primer orgasmo llegó con la primera investida.
Dejé que dominaras mi cuerpo una y otra vez, como húmeda arcilla que tu modelabas y modelabas según tu deseo.
 

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